Según Statista, el 75% de los trabajadores de todo el mundo desean que sus empleadores les brinden oportunidades de reskilling y upskilling. Ambos son mucho más que dos términos de moda. Se trata de dos procesos de entrenamiento o formación que cada vez más empresas están implementando para que su personal pueda seguir siendo competitivo frente a los nuevos retos que impone el mercado.
En este artículo vamos a contarte qué es reskilling, qué es upskilling, cuáles son los objetivos de estas iniciativas, qué ventajas puede ofrecerle a tu empresa y cómo implementar un plan de reskilling y upskilling para tus colaboradores.
Tabla de contenidos
¿Qué es reskilling?
Reconversión, recapacitación, actualización o reciclaje son algunas formas de traducir al castellano el término reskilling. En concreto, se refiere al proceso de aprender nuevas habilidades que son necesarias para hacer un trabajo completamente diferente al que se realiza en la actualidad. Básicamente, a través del reskilling las empresas forman y preparan a su personal para que pueda acceder a un nuevo puesto dentro de la compañía.
Por ello se lo suele definir también como reciclaje profesional, dado que es un proceso que está encaminado a identificar las nuevas habilidades que requiere un trabajador y brindarle apoyo para desarrollarlas, de manera que este talento pueda ser competitivo en los nuevos roles que surjan en la compañía.
De alguna manera, el reskilling es una forma de darle respuesta a las brechas de habilidades en las empresas. Con un adecuado estudio de las competencias que se necesitarán en el mediano y largo plazo, la compañía puede anticiparse, desarrollar a sus trabajadores y prepararlos para asumir esas nuevas vacantes.
Así, el reskilling es una modalidad de entrenamiento profesional orientada a que el trabajador pueda adquirir los conocimientos y habilidades necesarios ante los nuevos escenarios que deba afrontar la empresa.
Además, no podemos dejar de destacar el valor que tiene el reskilling para los colaboradores. En tanto, les permite ampliar sus conocimientos, desarrollar nuevas destrezas y, con ello, mejorar sus oportunidades laborales tanto dentro como fuera de la organización.
¿Qué es upskilling?
Upskilling traducido al castellano significa perfeccionamiento. Este es también un proceso formativo que cada vez se utiliza más en las empresas para identificar las habilidades que los empleados deben mejorar y perfeccionar para adaptarse a los nuevos cambios que se producen en el mercado o la industria en la que está inserta la compañía.
De esta manera, el perfeccionamiento de habilidades permite al trabajador ampliar los conocimientos y habilidades dentro del campo en el que se especializa, para asumir nuevas responsabilidades dentro de la compañía.
Entonces, el upskilling implica apoyar a los colaboradores a evolucionar en sus competencias dentro de un mismo puesto o perfil, y así maximizar su expertise en dicha área.
Objetivos del reskilling y el upskilling
Lo más común es confundir el reskilling y el upskilling. Sin duda, ambos procesos de formación son tendencias en Recursos Humanos que llegaron para quedarse. Pero lo importante es que no resulta casual que se hayan instalado con tanta fuerza en los últimos años. Para entender este fenómeno debemos centrarnos en los objetivos del reskilling y el upskilling.
Tanto la actualización o reciclaje, como la mejora de las habilidades implican una adecuada capacitación para los empleados existentes. Pero, ¿cuál es la diferencia entre los dos? Estos difieren precisamente en sus objetivos.
El objetivo del reskilling es ayudar a los trabajadores a incorporar nuevas habilidades que los preparen para asumir nuevos roles. Con el reciclaje profesional tus empleados adquieren nuevas capacidades y destrezas que van en una dirección diferente a la trayectoria profesional que estos tienen en el presente. Esto les permite explorar distintas áreas de interés y ampliar su conjunto de competencias.
En este sentido, algunos ejemplos de reskilling podrían incluir la capacitación en habilidades laterales en otros departamentos o abordar un nuevo puesto de trabajo que está mejor alineado a las metas actuales de la empresa.
Mientras que el objetivo del upskilling se enfoca en mejorar las habilidades con las que ya cuentan los colaboradores. Básicamente, la meta aquí es desarrollar las destrezas existentes de un empleado para que pueda progresar en su rol actual. El objetivo entonces es el perfeccionamiento del talento.
En estos términos, algunos ejemplos de upskilling podrían ser asumir nuevas tareas y responsabilidades, asistir a talleres, conferencias y otras formaciones para profundizar en sus conocimientos y destrezas actuales o trabajar con un mentor.
De esta manera, el reskilling está orientado al desarrollo de empleados más versátiles, capaces de ocupar diferentes puestos en la empresa. Mientras que el upskilling apuesta por la especialización.
¿Cómo implementar un plan de reskilling y upskilling en tu empresa?
De acuerdo con un estudio realizado por PageGroup en América Latina, en los últimos meses el 70% de los aspirantes a un nuevo trabajo ha realizado algún curso para perfeccionar sus habilidades. Pero, ¿qué ocurre con quienes ya forman parte de la empresa? En esos casos, es la organización la que debe implementar un plan de reskilling y upskilling.
Claro que para desarrollar esta clase de proceso en las empresas deben cumplirse dos requisitos básicos:
- Tener una visión clara. ¿Cuál es la visión que tienes para tu empresa en los próximos 12 meses, 2 o 5 años? ¿Cuáles crees que serán las habilidades y competencias que deben estar presente en el mediano y largo plazo en tu compañía? Antes de poder implementar un plan de reskilling y upskilling necesitas poder resolver estas preguntas. De lo contrario, comenzarás a formar a tu personal sin tener una dimensión real del impacto de esta gestión.
- Contar con un equipo dispuesto a desarrollarse y crecer. Puedes ofrecer todo el apoyo y los recursos para que tu equipo aprenda, se desarrolle y crezca, pero si no tienen interés, estarás desperdiciando todo ese tiempo y energía. Por ello, antes de decidir a qué miembros de tu equipo involucrar en un proceso de reskilling y upskilling es clave tener un conocimiento profundo de sus expectativas y si hay intenciones de crecer en la empresa.
Una vez que cuentes con esta información puedes comenzar a implementar un plan de reskilling y upskilling en tu empresa. Para ello, puedes seguir los siguientes pasos:
1- Identificar y priorizar las habilidades críticas
Es importante reconocer las habilidades críticas que tu empresa necesita en la actualidad y las que están cobrando fuerza para tener un equipo bien preparado para mañana. Si bien, cada organización requiere de distintas habilidades y competencias y de una diversidad de talentos para alcanzar el éxito, la realidad es que no es fácil volver a capacitar a toda la empresa, en todas las habilidades requeridas, al mismo tiempo.
Es más probable que el reskilling y upskilling funcionen cuando las compañías basan su plan en las habilidades que son realmente necesarias o que lo serán en un futuro. Por ello, el primer paso para la creación de este programa formativo consiste en identificar y clasificar las habilidades más relevantes para el éxito continuo de la empresa.
Esto ayudará a dirigir los esfuerzos y recursos de capacitación hacia las áreas donde el reskilling y upskilling puedan satisfacer una necesidad inmediata presente en la organización. A medida que se ajusta y mejora este proceso, se puede implementar en otras áreas.
Lo que actualmente se sabe es que hay una mayor necesidad de desarrollar habilidades digitales en todos los ámbitos. Esto seguirá aumentando a medida que más empresas adopten o impulsen el uso de la tecnología en sus procesos.
También habilidades blandas como el liderazgo, pensamiento crítico o la resolución de problemas están en la parte superior de la lista y crecerán en importancia. Así como aquellas que fueron cobrando fuerza a partir de la pandemia, como el aprendizaje continuo, la resiliencia o la flexibilidad, consideradas cada vez más esenciales. Sobre todo en empresas donde se implementan esquemas laborales remotos o híbridos.
Aunque no debemos olvidar otra clase de habilidades que se estima serán muy relevantes en el mediano plazo. Es decir, el pensamiento analítico, la innovación o la creatividad.
2- Identificar brechas de habilidades
Una vez que tengas claridad sobre las capacidades y conocimientos necesarios para tu empresa ahora y en el futuro, tendrás que realizar una evaluación de tu fuerza laboral para tener una mejor idea de las brechas de habilidades existentes en tu equipo. Es decir, la distancia que existe entre las competencias con las que cuentan tus colaboradores y las que demanda la empresa.
Esto es clave para determinar con precisión qué tanto necesitan tus empleados participar del proceso de reskilling y upskilling, qué tan urgente se deben implementar estos procesos en tu empresa, así como el tiempo que puede llevar capacitar a los trabajadores para que actualicen o fortalezcan sus habilidades.
¿Cómo llevar a cabo este análisis de las brechas presentes en tu equipo? Existen varias formas de hacerlo, pero algunas de las técnicas más efectivas son:
- Encuestas a empleados donde se solicite información sobre sus habilidades.
- Evaluaciones de desempeño donde puedas hacer una revisión de las competencias, habilidades, fortalezas y debilidades de tu personal.
- Revisiones de desempeño mediante reuniones uno a uno entre los trabajadores y sus líderes o jefes de equipo.
- Observación de los colaboradores mientras realizan sus tareas diarias.
Para poder gestionar todo este proceso puedes utilizar un software de evaluación de desempeño que te ayude a detectar necesidades de capacitación y crear planes de acción de manera ágil. Con esta herramienta podrás realizar una evaluación continua y actualizada de las competencias que desarrollan tus trabajadores.
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3- Determinar qué empleados necesitan reskilling y cuáles upskilling
Es importante que todo el personal pueda acceder a oportunidades de capacitación, desarrollo y crecimiento en la empresa. Pero, lo cierto es que no todas las personas que integran tu equipo tienen las mismas necesidades de aprendizaje y formación.
Por ello, para poder determinar qué modalidad es la adecuada para tus colaboradores, primero debes conocer en qué situación se encuentra cada uno. Para que puedas tener más claridad sobre qué tipo de proceso es conveniente para cada trabajador, te compartimos algunos ejemplos de cuándo utilizar el reciclaje profesional y en qué casos aplica el perfeccionamiento:
| Reskilling | Upskilling |
| Los empleados de alto rendimiento están ocupando roles que se han vuelto obsoletos. | Los empleados necesitan mejorar su desempeño en su trabajo actual. |
| Un grupo de trabajadores está ejerciendo una función que pronto dejará de ser necesaria, debido al cambio de sistema o equipo. | La fuerza laboral busca adaptarse a los nuevos cambios que surgen en la industria dentro del sector que laboran. |
| Las funciones del personal están cambiando debido a la implementación de una nueva estrategia o giro comercial de la compañía. | El talento necesita mantener la confianza y el conocimiento en su campo de especialización. Incluso si ese campo evoluciona y se transforma. |
4- Incentivar al equipo a participar del proceso
Desarrollar un nuevo conjunto de habilidades y roles puede representar una ardua tarea para muchos empleados. Por ello, es importante incentivar la participación del equipo en los procesos de reskilling y upskilling.
En este punto, la comunicación clara es esencial para que el talento entienda la importancia de volver a capacitarse o de mejorar las habilidades que ya tienen. Esto como un camino más seguro hacia una mayor competitividad, tanto en la empresa como en el mercado laboral en general.
Además, es clave dejar bien establecido que contarán con apoyo de la organización para capacitarse a lo largo de toda su trayectoria profesional dentro del equipo.
Una forma de incentivar la participación puede ser vincular los hitos del reskilling y upskilling de habilidades con los objetivos de desempeño que se fijen en la empresa o con futuros aumentos salariales o promociones. Esto servirá de motivación para aumentar la participación del personal en estas iniciativas.
5- Diversificar las opciones de formación
Tanto el reciclaje profesional como el perfeccionamiento de habilidades requieren el uso de diferentes métodos de enseñanza y aprendizaje. Por ello, para implementar un plan de reskilling y upskilling en tu empresa debes diversificar las opciones de formación.
Puedes aplicar programas de capacitación interna y externa, formales e informales, así como modalidades prácticas. Sobre todo para aquellos trabajadores que estén intentando introducirse en nuevos roles o funciones.
Por ejemplo, las rotaciones entre departamentos o asignar a los empleados a proyectos específicos pueden ayudarlos a integrarse en un nuevo rol e identificar lo que necesitan aprender para poder funcionar de manera adecuada en esa nueva posición.
Para que estas iniciativas resulten efectivas puedes considerar el mentoring. La tarea consiste en identificar de manera formal a mentores dentro de tu propia nómina de trabajadores. Así, podrás crear así una estructura de enseñanza y aprendizaje completa para que los empleados puedan mantener una formación continua, acompañados de otros colaboradores de alto rendimiento pertenecientes a la compañía.
Esto puede ayudar también a promover el sentido de pertenencia, aumentar el compromiso de los trabajadores y, con ello, la productividad.
Para poder conseguir todo esto, necesitas una solución efectiva para la gestión de la formación. Con esta clase de herramienta puedes hacer el seguimiento de las capacitaciones, competencias y habilidades que desarrollan tus trabajadores de manera rápida y sencilla.
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6- Medir los avances y mejorar
Como puedes ver hasta aquí, implementar un plan de reskilling y upskilling en tu empresa implica coordinar diversos factores. Desde la recopilación de la información precisa, pasando por la comunicación efectiva y los niveles de motivación individual, hasta los mentores específicos o la inversión de recursos que debe hacer la empresa para llevar a cabo el proceso.
Por ello, es fundamental establecer objetivos claros que te permitan conocer y medir de forma regular el progreso que se consigue al implementar el plan. Además, al medir los avances puedes reunir datos relevantes que te ayuden a tener un enfoque más claro acerca de qué modalidades de capacitación son más o menos efectivas.
Asimismo, esta instancia puede utilizarse para brindar feedback al talento acerca de los progresos que ha logrado en relación al reciclaje profesional o el perfeccionamiento de sus habilidades. También puedes aprovechar para escuchar sus necesidades de cara a hacer ajustes en el plan y mejorar su experiencia en las instancias formativas que se ofrecen en la empresa.
Ventajas del reskilling y upskilling
- Una de las ventajas más destacadas de implementar el reskilling y upskilling en las empresas es que estos procesos pueden ayudar a la retención de talentos.
- Del beneficio anterior se desprende una importante reducción de costos para las organizaciones. Ya que se evita tener que gastar recursos en la incorporación de nuevos trabajadores. Además los empleados actuales de la empresa serán más competitivos, lo que también ayuda a reducir los costos que generaría la pérdida de productividad o eficiencia.
- Promueven en el equipo la cultura del aprendizaje.
- Mejoran las perspectivas de desarrollo de la carrera profesional de los empleados.
- Generan sentido de pertenencia en los trabajadores.
- Aumentan las capacidades, conocimientos y destrezas de los colaboradores para resolver problemas e innovar de forma sostenida.
- Mejoran el desempeño de la empresa.
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Con esta clase de herramienta puedes evaluar el desempeño de tu personal para determinar cuáles son sus necesidades formativas e implementar la capacitación adecuada. Así como medir los avances y recopilar datos que te ayuden a hacer ajustes, mejoras y tomar decisiones más informadas en relación al desarrollo de tu equipo.
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