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Qué hacer si sientes que no eres escuchado en las reuniones de trabajo

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5 minutos de lectura
Que hacer si sientes que no te escuchan en el trabajo

Te damos algunos trucos para ser escuchado efectivamente en tu entorno de trabajo.

Casi todos hemos sentido algo así: estamos en una reunión, decimos algo, pero parece que las personas a nuestro alrededor siguen hablando como si tal cosa, como si no nos hubieran escuchado. 

Esta situación, que puede ocurrir en nuestra vida diaria, es especialmente dolorosa en nuestro puesto de trabajo, donde nos puede hacer sentir muy poco valorados, superfluos e incluso hacernos temer por nuestro futuro en la empresa.

Obviamente, es posible reconducir esta situación. Hasta los CEOs más importantes del mundo se han sentido alguna vez así, la diferencia es que ellos aprendieron a superar este problema y a hacerse escuchar. 

Pero según escribió la profesora Amanda Nimon-Peters en un artículo para Psychology Today, para aprender a cómo influir en los equipos en los que participamos, lo primero que hay que hacer es comprender cómo funciona el cerebro humano a la hora de establecer clasificaciones de estatus durante una reunión.

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Cómo clasificamos a las personas en una reunión

Cuando un grupo de personas se reúne para formar un equipo, se realiza casi de manera instantánea una organización. Esto se conoce como clasificación de estatus y es una especie de consenso implícito sobre quién tiene potencial para realizar una contribución valiosa en el grupo y quién no. 

Este proceso puede ser consciente o inconsciente, y los resultados suelen ser bastante similares entre los diferentes miembros de un mismo grupo. Los factores que definen esta importancia dentro del grupo suelen variar poco de una cultura a otra.

El resultado de este proceso de clasificación tiene un impacto significativo en quién ejerce influencia en el grupo y en quién no. Los miembros del equipo con un estatus más alto serán más escuchados en el trabajo, menos interrumpidos y se les hablará y mirará con más frecuencia que a los demás. Si un miembro del equipo que se perciba como de “bajo” estatus habla más de lo que se consideraría apropiado para él, se considerará que ha hablado demasiado. Incluso aunque en términos absolutos hable mucho menos que otros. 

Además, cuanto mayor es el tamaño del grupo, más desigual es la división de la participación en la discusión dentro del equipo. En un estudio de 2006 realizado por los profesores S. J. Correll y C. L. Ridgeway, se calculó que en un grupo de tres personas, el miembro con el estatus más alto controla alrededor del 47% del tiempo del grupo, mientras que el segundo y el tercer miembro controlan alrededor del 30% y 23%, respectivamente. 

A medida que el grupo crece, la persona con el estatus más alto sigue controlando alrededor del 50% de la conversación, mientras que el 50% restante se divide entre todos los demás miembros. En consecuencia, en un grupo de ocho o más personas, algunos miembros apenas hablan o son escuchados en el trabajo.

Por lo tanto, es importante que los líderes y los miembros del equipo sean conscientes de estos procesos y trabajen activamente para garantizar una distribución justa y equitativa de la participación en la discusión del equipo. La inclusión y la diversidad son fundamentales para fomentar la creatividad y la innovación en el equipo, y es esencial que se promuevan prácticas que permitan que todos los miembros del equipo contribuyan de manera efectiva y equitativa.

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¿Qué factores aumentan el estatus percibido?

Aunque en el entorno laboral la veteranía puede jugar un papel muy importante a la hora de tener más estatus (cuando está el jefe se espera que hable más que cualquier otro miembro del equipo), la apariencia física todavía tiene un papel muy importante en la influencia de cada uno de los miembros del equipo.

Por ejemplo, aunque la tendencia está empezando a equilibrarse, aún siguen siendo los hombres quienes tienen más probabilidades de tener un estatus alto que las mujeres, y aquellos que son más altos y más atractivos también tienen una ventaja en la clasificación del estatus. Además, aunque suene muy mal, aquellas personas que son de raza blanca también tienden a tener un estatus más alto que los de otras razas.

Fuera de la apariencia física, la fluidez utilizando el lenguaje también puede influir en el estatus. Los hablantes no nativos a menudo tienen menos tiempo para hablar que los hablantes nativos. Este factor es determinante en algunos contextos donde el lenguaje juega un factor determinante para que un colaborador sea escuchado en el trabajo.

Por lo tanto, estas clasificaciones suelen ser inconscientes y estar basadas en factores que no tienen nada que ver con las habilidades y la capacidad de contribuir al equipo, además de ser políticamente muy incorrectas.

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Qué hacer si te cuesta que ser escuchado en el trabajo 

Si te sientes identificado con estas dinámicas de clasificación de estatus en un equipo de trabajo, es posible que te resulten un poco deprimentes. Lo primero que tienes que tener en cuenta es que estas dinámicas se establecen de forma implícita y por defecto, y no de forma consciente y activa. Enfadarte con tus compañeros no es una buena idea, ya que seguramente ellos no están dándose cuenta de que están actuando de esa manera y tus quejas pueden resultarles una sorpresa. Es muy posible además que tus compañeros y compañeras no crean conscientemente en los estereotipos que, sin embargo, están aplicando.

Por suerte hay algunas acciones que puedes poner en práctica para intentar subvertir estas normas y ganar el espacio que realmente te mereces, en otras palabras, ser escuchado en el trabajo. 

Una forma de aumentar tu estatus relativo es aprovechar aspectos como tu experiencia en el tema de discusión, tus logros pasados sobre el tema que sean relevantes para el equipo o la experiencia relevante sobre el mismo, mejor todavía si está vinculada a una marca o a una persona conocida. 

En este sentido, para aumentar tu estatus en la próxima reunión, los expertos recomiendan centrarse en uno de los temas que se vayan a tratar y planificar cómo contribuirás al mismo para así tratar de incrementar tu estatus en relación con ese tema. 

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También puedes preparar algunos datos o hechos relevantes en relación a ese tema para comentarlos en la reunión. Si lo haces de forma clara y confiada, tu estatus dentro del grupo subirá. Finalmente, piensa también de qué manera presentarás la nueva información ya que es muy importante que el grupo perciba tu participación para que aumente tu estatus.

En resumen, es importante ser consciente de que los miembros del grupo que no te escuchan probablemente no actúan así de forma intencionada, sino que todo el proceso puede haber ocurrido de manera inconsciente y ha partido de todo el grupo en su conjunto. 

Por otro lado, si eres el responsable del equipo, ten en cuenta que el hecho de que una persona tenga un estatus relativo bajo, puede frenarle a la hora de contribuir con ideas valiosas, pues siente que no es escuchado en el trabajo. Si consigues equilibrar los patrones de estatus entre los miembros de un mismo equipo, podrás tener una variedad más amplia de ideas para ti y para tu equipo.

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Periodista freelance de Barcelona especializado en economía, tecnología, lifestyle, cultura y relaciones. Fue Director editorial de Vice España y su trabajo ha aparecido en medios como El País, El Periódico de España, S Moda, Vice y Yorokobu, entre otros.

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