Ir al contenido

Tómatelo con calma: por qué tener aspiraciones profesionales muy elevadas puede ser perjudicial para tu carrera

·
5 minutos de lectura
Aspiraciones profesionales elevadas

Tener grandes aspiraciones en nuestra vida personal y laboral es fundamental para alcanzar el éxito en todos los campos. La experiencia ha demostrado que cuando tenemos objetivos ambiciosos y que suponen un desafío, estamos más motivados para trabajar duro y para realizar sacrificios de cara a lograrlos. Lo mismo funciona a la inversa: si comenzamos algo con unos objetivos muy bajos, seguramente los cumpliremos, pero difícilmente llegaremos a unos resultados importantes.

Las grandes aspiraciones nos impulsan a salir de nuestra zona de confort, a dar lo mejor de nosotros y a explorar nuevas posibilidades. Nos obligan a buscar oportunidades y a aprender también nuevas habilidades que nos ayuden a avanzar hacia nuestros objetivos. Además, nos ayudan a desarrollar una mentalidad de crecimiento y a estar siempre dispuestos a mejorar.

Tener grandes aspiraciones también nos permite enfocarnos en lo que realmente nos importa en la vida. Nos ayuda a darle sentido y propósito a nuestra existencia, lo cual, a la larga, nos hará sentirnos más satisfechos y felices. Al tener objetivos claros, sabemos en qué dirección debemos dirigir nuestros esfuerzos y qué decisiones tomar para alcanzarlos.

Pero, por otro lado, tener aspiraciones muy, muy grandes también puede ser un desafío. Un desafío quizá demasiado exigente. No siempre es fácil mantenerse motivado y persistir en la búsqueda de nuestros objetivos, especialmente cuando nos enfrentamos a obstáculos difíciles de sortear y a pequeños o grandes fracasos. Aunque, paradójicamente, es precisamente en esos momentos en los que más necesitamos la fuerza y el enfoque que provienen de tener grandes aspiraciones.

La ciencia también ha abordado este problema. En un estudio titulado All I have to do is dream? The role of aspirations for intergenerational mobility and well-being (¿Todo lo que tengo que hacer es soñar? El papel de las aspiraciones en la movilidad intergeneracional y el bienestar), publicado en la revista European Economic Review, los profesores Warn N. Lekfuangfu y Reto Odermatt, investigaron si era verdad o no que las aspiraciones profesionales en la adolescencia tenían un impacto real en la movilidad social y en la satisfacción en la vida adulta.

“cual

¿Implica tener grandes aspiraciones profesionales alcanzar el éxito?

Para analizarlo tomaron los datos de 17.000 personas del Reino Unido que habían nacido la misma semana de 1958. Una base de datos que se sigue recopilando a día de hoy. En ella puede encontrarse información muy diversa, desde el entorno en el que cada individuo creció, pasando por los antecedentes profesionales y financieros de sus padres, las habilidades personales del participante, sus aspiraciones en la juventud, su ocupación en cada momento y su nivel de felicidad ya como adulto, entre muchas otras. 

Toda esta información permite conocer no solo a qué se querían dedicar los participantes cuando eran pequeños, sino también sus circunstancias y ocupaciones posteriores en la vida.

Los investigadores, por tanto, decidieron utilizar esta base de datos para averiguar cómo las aspiraciones habían podido influir en la vida posterior de cada persona. El análisis llevado a cabo demostró que las aspiraciones educativas y profesionales de los participantes cuando eran adolescentes se encontraban, junto con las habilidades cognitivas, entre los predictores más importantes de su éxito posterior en su educación y en su trabajo. Esto indicaba claramente que tener unas metas profesionales ambiciosas acaba motivando a las personas, lo que influye positivamente en el éxito de su carrera futura.

El nivel de nuestras aspiraciones también depende de la desigualdad social

Otro hecho interesante que se observó en el estudio fue que los jóvenes cuyos padres no tenían un alto nivel adquisitivo, ni habían podido acceder a una educación de calidad, tenían, en general, aspiraciones menos ambiciosas que los demás adolescentes. 

Esto podría explicarse de otra manera. Es como si el origen de las desigualdades comenzaran ya cuando los adolescentes están pensando qué quieren hacer en el futuro. Esto se debería a que las aspiraciones de los padres en relación con la educación y el desempeño profesional de sus hijos tendrían un impacto particularmente significativo en la altura y dificultad de las metas que un niño se establece a sí mismo. 

En ese sentido, unas aspiraciones profesionales poco ambiciosas serían, en parte, una de las causas de que exista una limitada movilidad social.

Lee también 👉 15 preguntas que un manager debe hacer en una reunión 1 to 1

Soñar a lo grande también tiene una cara negativa

Como hemos visto, las aspiraciones profesionales ambiciosas pueden tener un impacto positivo en la vida de una persona al inspirarla a trabajar duro y lograr grandes cosas. Pero, según los datos del estudio, también pueden tener un efecto negativo en la satisfacción que las personas pueden sentir con respecto a su vida si finalmente, sea por las razones que sea, no alcanzan lo que habían esperado lograr en el pasado. 

Aunque este efecto negativo puede desaparecer con el tiempo, los datos del estudio de Lekfuangfu y Odermatt sugieren que es importante tener en cuenta que las grandes ambiciones son un arma de doble filo. 

Por todo esto, las escuelas pueden tener un papel fundamental en esto, ya que pueden intervenir para sensibilizar a los estudiantes sobre las carreras que se adaptan a sus capacidades y fomentar que miren más allá de sus horizontes. En este sentido, las políticas diseñadas para aumentar las expectativas de los niños, especialmente entre los más desfavorecidos, podrían tener una influencia significativa en sus posibilidades de progreso social, minimizando el impacto que, como hemos visto, tendrían el nivel adquisitivo de los padres en que los niños no se planteen objetivos ambiciosos. 

Pero sería importante también que las escuelas brindaran apoyo psicológico a sus alumnos para prevenir el hecho de que la falta de éxito en su carrera profesional futura tenga un impacto significativo en su salud mental en el futuro. Si los estudiantes sienten que han fallado en su carrera, pueden experimentar depresión, ansiedad y estrés. El apoyo psicológico puede ayudar a los estudiantes a manejar sus emociones, identificar y abordar sus preocupaciones y aprender habilidades de afrontamiento efectivas. Los servicios de apoyo pueden incluir terapia individual, grupos de apoyo, talleres y recursos en línea. Al brindar este tipo de apoyo, las escuelas pueden ayudar a sus estudiantes a tener una mejor salud mental y un futuro más positivo.

En resumen, tener grandes aspiraciones es esencial para alcanzar el éxito en cualquier ámbito de la vida. Cuando nos proponemos metas ambiciosas, nos motivamos a trabajar duro, a aprender nuevas habilidades y a salir de nuestra zona de confort. Sin embargo, tener aspiraciones excesivamente altas puede ser un desafío demasiado grande, especialmente cuando nos enfrentamos a obstáculos y fracasos. Aunque soñar en grande puede llevar a la satisfacción personal y la felicidad, también puede causar frustración si no se logran los objetivos establecidos, así que tenemos que estar preparados.

“solicitud

Periodista freelance de Barcelona especializado en economía, tecnología, lifestyle, cultura y relaciones. Fue Director editorial de Vice España y su trabajo ha aparecido en medios como El País, El Periódico de España, S Moda, Vice y Yorokobu, entre otros.

Publicaciones relacionadas