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Cinco señales de que estás sufriendo mobbing aunque no seas consciente

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sufriendo mobbing no consciente

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentó a finales del año pasado la primera encuesta mundial sobre violencia y acoso en el lugar de trabajo, encontrando que más del 20% de los trabajadores experimentan acoso laboral o están sufriendo mobbing

Denunciar este tipo de problema es una forma de protegerse contra esta realidad, pero para hacerlo es necesario primero darse cuenta de que se está siendo víctima del mismo, ya que en ocasiones podemos no estar seguros y pensar, por ejemplo, que nuestro manager es muy duro, que la empresa está pasando por una mala situación o incluso que la culpa es nuestra.

La Carta Social Europea define el acoso laboral como “actos censurables o explícitamente hostiles y ofensivos dirigidos de manera reiterada contra cualquier trabajador en el lugar de trabajo o en relación con el trabajo”. 

Según el abogado laboralista y profesor colaborador de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Pere Vidal, no todos los conflictos en el trabajo pueden calificarse como acoso, y es importante diferenciarlo de las “tensiones ordinarias que subyacen en toda comunidad de personas”. 

Para que se considere acoso, según el profesor, se deben cumplir tres elementos: la intención de dañar, la producción de un daño en los derechos personales más esenciales, y el carácter continuado, predeterminado y sistemático del hostigamiento. Un plazo que suele situarse en, al menos, seis meses.

Lee también – Aspectos sobre el acoso laboral y cómo denunciar este tipo de conductas

Cinco signos de que estás sufriendo mobbing 

Pero, ¿qué comportamientos se pueden englobar entonces como mobbing en el lugar de trabajo? Según Pere Vidal, se incluyen aquellos que muestran desprecio a través de gestos y comportamientos, el aislamiento físico y psicológico de los trabajadores del resto de la empresa durante un período prolongado de tiempo, y también aquellos mecanismos que buscan obstaculizar la actividad profesional de la víctima. Esto puede manifestarse en las siguientes cinco situaciones, entre otras:

  1. Dificultades para teletrabajar cuando el resto de la plantilla sí puede hacerlo. Según Vidal estaríamos ante un caso de acoso moral si la empresa se niega de forma totalmente injustificada y sin razones objetivas a permitir a uno de sus empleados o empleadas que teletrabaje o si le facilita equipos inadecuados para hacerlo.
  2. Negativa injustificada a facilitar la conciliación. Si la empresa se niega injustificadamente a facilitar las medidas de conciliación solicitadas por la persona empleada, esto puede considerarse acoso laboral según el profesor colaborador de la UOC, especialmente “si esta situación se produce en un ambiente laboral enrarecido en el que se han sucedido arbitrariedades en el ejercicio del poder de dirección que se hayan exteriorizado con hechos, órdenes o palabras repetidas y duraderas en el tiempo dirigidas a desacreditar, desconsiderar y aislar a la víctima con el fin de conseguir un autoabandono del trabajo y de producir un daño progresivo y continuo”.
  3. Exclusión de la persona empleada del grupo de WhatsApp de la oficina. Si la persona trabajadora no es incluida en grupos de WhatsApp o cadenas de correos creados con fines laborales en los que participa el resto de la plantilla o grupo de trabajo, y esto no es un hecho aislado y tiene una intencionalidad, puede considerarse acoso laboral. Ocultar información relevante para el desempeño del trabajo o la negación por parte del equipo directivo o del superior inmediato a comunicarse con la persona trabajadora también pueden ser considerados acoso moral o mobbing.
  4. Encargar tareas de excesiva dificultad o humillantes. Como explica Vidal, “obstaculizar la actividad profesional de la víctima, con el objeto de dificultar el desempeño de su trabajo, encomendándole tareas de excesiva dificultad o trabajo en exceso, con la inevitable disminución de rendimiento y de pluses retributivos no fijos”, es un ejemplo claro de acoso laboral. Igualmente, el encargo de trabajos humillantes o inferiores a los propios de la cualificación y competencia de la persona trabajadora también se considera que está sufriendo mobbing.
  5. Hacer luz de gas o gaslighting. Este tipo de acoso es muy sutil y puede manifestarse en bromas inapropiadas e hirientes, exageración de los errores, evaluaciones negativas constantes del rendimiento de la persona trabajadora o hacer circular rumores y calumnias sobre ella, entre otras situaciones. El acoso laboral o mobbing es un proceso que se compone de una serie de actuaciones hostiles que, tomadas de forma aislada, podrían parecer inofensivas, pero cuya repetición constante tiene efectos perniciosos, y hacer luz de gas o gaslighting es un ejemplo de ello.
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Las secuelas del acoso laboral

Las consecuencias del acoso laboral pueden ser variadas y complejas, según Mireia Cabero, profesora colaboradora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC. Entre las consecuencias menos graves y más comunes se encuentran la irascibilidad, la irritabilidad, la agresividad y la tristeza. 

Sin embargo, hay consecuencias más graves que pueden persistir con el tiempo y requerir tratamiento, como el síndrome de estrés postraumático, la indefensión aprendida, el trastorno de ansiedad generalizada, el agotamiento emocional, las dificultades sociales y la incapacidad para experimentar placer. 

Además, estas consecuencias pueden estar acompañadas de síntomas físicos y cognitivos, como problemas físicos y psicológicos como el embotamiento intelectual o los problemas de memoria. Es importante tener en cuenta además que el acoso laboral puede llevar a la víctima a un estado de alerta constante y aislamiento social y profesional.

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Qué hacer en caso de estar sufriendo mobbing

Si una persona se siente víctima de acoso laboral o cree estar sufriendo es importante actuar lo antes posible. Los expertos recomiendan tomar ciertas medidas, tales como:

  • Dejar constancia por escrito de cualquier queja o reclamación ante conductas consideradas injustas.
  • Guardar toda la correspondencia que se pueda haber tenido con la empresa relacionada con el acoso (podría convertirse en una prueba en un posible procedimiento judicial).
  • Utilizar los canales de denuncia interna de la empresa para manifestar la existencia de la discriminación. Vidal explica que las empresas tienen que permitir este tipo de denuncias y no sancionar en ningún caso al informador. También deben de permitirse las denuncias anónimas.
  • Si no se confía en estos canales, se puede denunciar si estás sufriendo mobbing directamente ante la Inspección de Trabajo o cualquier organismo regulador del trabajo con la ayuda de un abogado especialista que detalle los hechos. 
  • Grabar las conversaciones relacionadas con las posibles conductas de hostigamiento, ya que estas pueden ser pruebas válidas en un procedimiento judicial.

Finalmente, es importante también recibir ayuda externa para dejar de vivir esa situación en soledad, por ejemplo, de nuestro círculo social de referencia (familia o amigos) o de un profesional de la salud mental. 

Recibir ayuda permitirá recuperar la seguridad personal, la confianza en uno mismo y la capacidad para defenderse legítimamente. El apoyo externo también puede permitirnos iniciar un necesario proceso de gestión emocional y profesional.

Periodista freelance de Barcelona especializado en economía, tecnología, lifestyle, cultura y relaciones. Fue Director editorial de Vice España y su trabajo ha aparecido en medios como El País, El Periódico de España, S Moda, Vice y Yorokobu, entre otros.

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