Los tiempos en los que las carreras profesionales se desarrollaban en una sola compañía parecen lejanos: según esta noticia, los jóvenes que estudian hoy tendrán al menos siete trabajos en su vida laboral y las compañías, por su parte, también se enfrentan un futuro incierto marcado por la crisis actual que ha empujado a las grandes tecnológicas a realizar despidos masivo. Ante este panorama, es importante poner el foco en la salud mental y la resiliencia para enfrentarse a los despidos y recortes en los equipos con las herramientas adecuadas.
Hasta no hace mucho, el esquema básico de la vida laboral de muchas personas era comenzar a trabajar en una compañía desde cero e ir ascendiendo hasta conseguir un puesto de responsabilidad bien remunerado. Sin embargo, hoy en día es evidente que ese modelo ha perdido vigencia a favor de la tendencia actual: la de encadenar varios trabajos e incluso combinar periodos de trabajo por cuenta ajena y cuenta propia.
Dejando a un lado la precariedad que, por añadidura, suele estar unida a estas nuevas modalidades laborales, lo cierto es que en el SXXI compañías, trabajadores y trabajadoras estarán cada vez más familiarizados con los despidos. Pero, que sea cada vez más habitual no significa que deje de ser un momento delicado para las organizaciones y sus equipos. Porque cualquier despido puede causar un efecto dominó en el ánimo de la compañía, más aún en épocas de recortes de personal.
Por ello, es importante poner en práctica fórmulas que ayuden a transformar esta coyuntura en una oportunidad de la que salir reforzado como organización. Para ello, los expertos señalan que la clave , incluso antes de hacer despidos, es cuidar de la salud mental del equipo y desarrollar la resiliencia, un término muy utilizado hoy en día que hace referencia a la capacidad para superar situaciones difíciles con resultados positivos.
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Conservar la calma en un futuro incierto
Se habla ya de una ‘ola de despidos’ en las startups latinoamericanas que también afecta a otras grandes corporaciones: Netflix despidió a 300 empleado en 2022, el 3% de su plantilla actual; PayPal anunció el pasado enero 2.000 despidos en todo el mundo, un recorte del 7% de la plantilla; la startup de financiamiento de viviendas Homie despidió en 2022 a un tercio de su personal; Domestika prevé despedir casi a la mitad de su equipo.
En Latinoamérica, Estados Unidos o Europa, el clima actual parece indicar que se aproxima otra crisis financiera que habrá que lidiar de la mejor manera posible, empezando por mantener la calma en la compañía. Puede parecer una frase manida, pero lo cierto es que los momentos difíciles se vuelven grandes oportunidades para aquellas organizaciones que logran cambiar, adaptarse y mantener al equipo cohesionado. Y, para conseguirlo, hay que poner en práctica todas las herramientas a nuestro alcance. Aquí van unas cuantas:
- Mantener la comunicación y el feedback con el equipo. Para evitar la desconfianza es necesario adoptar un estilo de comunicación abierto para que los trabajadores y trabajadoras se sientan escuchados e integrados. Comunicar en todo momento qué situación atraviesa la compañía y ser abiertos en el tema ayudará a que no haya malentendidos.
- Fomentar los valores positivos. Desarrollar estrategias para que el pesimismo no se extienda por la compañía.
- Analizar la situación y comunicarla al equipo. Si se prevén despidos, es importante cuidar la salud mental, por lo que es mejor que se sepa cuanto antes y que se proceda con agilidad, nadie se sentirá cómodo con un goteo de bajas no previstas.
- Reconocer el mérito de los empleados que siguen en la compañía. Sobre todo, en tiempos difíciles donde se suele pedir un esfuerzo extra.
En esencia, se trata de que nadie se sienta fuera de lugar y de mantener cohesionado al equipo para que la participación y la adhesión a la compañía se mantenga elevada. Según este informe, cuando los mánagers involucran a trabajadores y trabajadoras en los objetivos de la compañía, estos se vuelven casi cuatro veces más propensos a participar que el resto. Un dato a tener en cuenta si no queremos perder la confianza de nuestro equipo.
Mantener alta la motivación del equipo en tiempos de crisis
No solo es complicado mantener la calma en momentos de crisis, la motivación es otra de las variables que suele caer en picado cuando cunde la incertidumbre y, con ella, la productividad. Una encuesta realizada por Leadership IQ señaló que un 74% de aquellos que conservaban sus trabajos después de una reducción de personal aseguraban que su productividad descendía en picado y 64% opinaba que la de sus compañeros también se veía mermada.
Una buena manera de empezar atajando este problema es compartir los nuevos planes de la compañía con todo el equipo, de acuerdo con un informe de la Society for Human Resource Management, un 77 % de los empleados se sienten mucho más comprometidos con la organización y motivados con su trabajo si tienen claro cuáles son las metas de la empresa. Pero no es la única estrategia que puede adoptar la compañía para conseguir mantener alta la motivación del equipo en tiempos de despidos. Anota las otras:
- Crear un entorno colaborativo y un buen ambiente.
- Promover el sentimiento de pertenencia.
- Recompensar la creatividad y fomentar el pensamiento innovador involucrando al equipo en el reto de encontrar soluciones.
- Reconocer el impacto de los despidos en los diferentes flujos de trabajo y relaciones.
- Intentar que la comunicación entre RRHH, managers y trabajadores y trabajadoras sea fluida y empática.
- Entrenar a los mánagers para guiar al equipo durante ese periodo
- No sobrecargar con trabajo extra al equipo.
- Acompañar en el proceso. Los días, semanas y meses antes y después de uno o varios despidos suelen ser un momento emocionalmente complejo para todos en toda compañía.
- Transmitir confianza al equipo. Durante este tiempo, es importante que desde RRHH se trabaje para recordar a los trabajadores y trabajadoras que son valiosos para la compañía.
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Transformando los despidos en background positivo
El momento de comunicar un despido es la oportunidad para que ambas partes tengan una conversación honesta sobre lo ocurrido y contestar a todo aquello que el trabajador o trabajadora necesite. Es fundamental dar respuestas objetivas y razonadas por parte del responsable de RRHH, intentando que puedan servir para reforzar aspectos, pulir o mejorar otros al trabajador o trabajadora despedido. Muchas compañías tienen un protocolo de buenas maneras para estos casos que pueden ser muy útiles para lidiar con la situación.
Por otra parte, los despidos también pueden impactar en el resto del equipo, sobre todo cuando afectan a personas bien valoradas dentro del esquema de trabajo. Si hablamos de despidos colectivos, es normal que el equipo tarde un tiempo en recomponerse.
Es importante que desde RRHH se propicie el marco corporativo adecuado entre el trabajador y el resto equipo en el momento de la salida (a no ser que se trate de un despido disciplinario) para evitar situaciones traumáticas o embarazosas. Tras esto, será bueno que la compañía hable abiertamente sobre la situación y que exponga los nuevos retos que espera a la compañía, hacer como si no hubiera pasado nada nunca es la mejor opción.
Durante los próximos días, el objetivo es que desde RRHH se elabore un plan de contención y motivación, para ello se pueden programar reuniones casuales con trabajadores y trabajadoras para evaluar cómo se sienten y tantear los procesos de trabajo del futuro inmediato de la organización.
Las compañías están formadas por personas que establecen relaciones entre ellas y es normal que, tras uno o varios despidos, el esquema organizativo se resienta. Los despidos son inevitables, pero la manera en que se manejan puede cambiar la diferencia entre un clima tenso a otro más relajado. Ante todo, es importante fomentar la escucha, no hacer despidos sin velar por la salud mental del equipo y aprovechar para fomentar el sentido de pertenencia.