A menudo se subestiman los intangibles. Este conjunto de recursos no físicos que no se informan en los balances porque las normas contables no los reconocen hasta que se ha producido una transacción (compra, fusión, etc) que respalde su valor. Con todo, de acuerdo con el más reciente estudio de Brand Finance son extremadamente útiles para gerentes, responsables del recurso humano, inversores y otros públicos de interés de cara a la toma de decisiones estratégicas. Los intangibles son los desarrollos tecnológicos, el uso de datos y marca y, en especial, las relaciones corporativas, que están en la base del propio mejoramiento del ambiente laboral. Entonces sí, las relaciones humanas sí son claves. Al fin de cuentas “activo” significa que proporciona un beneficio organizacional.
De hecho, hacia 1975 la relación entre activos intangibles y tangibles era aproximadamente de 1/5 y hace 3 años ya era de 5/1. Según The Visual Capitalist, en solo 48 años los intangibles han pasado de ser un activo de apoyo a una consideración importante para los inversores: representan el 84% de todo el valor empresarial en el S&P 500.
Con este contexto que te recuerda la importancia de las relaciones humanas en tu trabajo, ya podemos ir a lo particular. ¿Cómo mantener estas relaciones al decir “no” en el trabajo? Seguramente has vivido múltiples experiencias, o algunas pocas, en tu camino profesional, en las que te ha costado decir la temida palabra. La diversidad, en este caso, es poder comunicarnos con el otro comprendiendo que la otra persona interpreta la vida desde otra perspectiva, pero comunicando de forma coherente lo que en realidad queremos comunicar. Para ayudarnos a tener respuestas más asertivas, hoy en Factorial te compartimos reflexiones de liderazgo y comunicación, que nos invitan a ser congruentes en nuestras relaciones y coherentes con nuestros propios procesos de crecimiento y autoafirmación. El arte de saber decir “no” en el trabajo.
Lo que dicen los expertos
Para la mayoría de nosotros, decir que “no” no es algo natural. Te puedes sentir mal por decepcionar a un colega, culpable por rechazar a tu jefe y ansioso por negar la solicitud de un cliente. “No quieres que te vean como ‘ninguna persona'”, dice Karen Dillon, coautora de ¿Cómo medirás tu vida?. “Quieres que te vean como una ‘persona que sí’, una ‘persona a la que acudir’, un jugador de equipo”.
El problema es que aceptar trabajar en demasiadas tareas y participar en demasiados proyectos te deja estirado y estresado. Decir no es vital tanto para tu éxito como para el éxito de tu organización, pero eso no lo hace más fácil de hacer, dice Holly Weeks, autora de Failure to Communicate. “La gente dice: ‘No hay una buena manera de dar malas noticias’. Pero hay pasos que puedes seguir para que la conversación vaya lo mejor posible”.
Por qué decir no: aprendiendo cuándo decirlo
A menudo nos encontramos diciendo “sí” para ser parte del equipo y sentir que estamos contribuyendo. Sin embargo, hay momentos en los que decir “no” es la opción correcta.
Aquí te presentamos algunas situaciones en las que debes considerar decir que no en el trabajo:
- Cuando existe una mejor solución: Tú conoces tu trabajo mejor que nadie. A veces delegar las tareas es una buena opción para asegurarte de que el trabajo se realice sin tener que hacerlo tú mismo. A veces no es necesario hacerlo.
- Cuando no se ajusta al proyecto: Si eres experto en lo que haces, es posible que sepas mejor que tu gerente qué tareas son las más adecuadas para ti. En caso de que te pidan algo que no se ajuste a tu trabajo, no dudes en decir que no.
- Cuando empieces a sentirte resentido o molesto: Si te encuentras diciendo “sí” con demasiada frecuencia, esto puede causar resentimiento o frustración. En lugar de sentirte así, es mejor decir que no y mantener una actitud positiva en tu trabajo. Herramientas como Factorial te ayudarán en el manejo efectivo y respetuoso de tus tiempos y de los equipos para generar los espacios adecuados de comunicación.
- Cuando estás demasiado ocupado: Es fácil perder la noción del tiempo y del trabajo que se tiene por hacer. Antes de sentirte abrumado, considera decir no a ciertas tareas.
Aprender cuándo decir que no puede ser difícil, pero es importante para tu bienestar y para asegurar que tu trabajo sea efectivo y productivo.
Tips sobre cómo decir “no” en el trabajo
La duda suele ser uno de los más grandes enemigos a la hora de escucharte y tomar la decisión. Te sugerimos herramientas que son efectivas de acuerdo con la neurociencia, como el mindfulness, tomar espacios caminando, ejercitarte, o que simplemente te permitan tomar en cuenta otras situaciones para salirte del impulso emocional debido a la frustración. Incluso hacer respiraciones conscientes te permite salir del cerebro mental (corteza prefrontal) y despertar la chispa de paz que está más allá de las primeras interpretaciones en cualquier situación.
- Precisamente, antes de dar una respuesta negativa de manera instintiva, Kallen Dillon aconseja que primero evalúes la solicitud. Debes determinar qué tan interesante, atractiva y emocionante es la oportunidad y luego verificar si es factible para ti hacerlo. Es importante conocer tu carga laboral actual para determinar cuánto más puedes manejar. Esto te ayudará a establecer tus prioridades y evaluar si tienes la capacidad para abordar nuevos proyectos. Utilizar herramientas de gestión de proyectos como Factorial puede ser útil para realizar un seguimiento de tu trabajo y compartirlo con otros para que puedan evaluar tu disponibilidad.
- Cuando digas “no”, es recomendable comenzar con una respuesta positiva para demostrar tu aprecio por la confianza que los demás depositan en ti. A continuación, debes ser claro y directo con tu respuesta y explicar la razón detrás de ella. Esto ayudará a generar confianza y evitar malentendidos en el futuro. Además, puedes ofrecer una solución alternativa si es posible.
- Es importante ser coherente y mantener tu respuesta a lo largo del tiempo. Cambiar de opinión con frecuencia solo causará confusión y podría crear problemas en el futuro. Practicar la empatía también puede ayudarte a comprender las perspectivas de los demás y mejorar la comunicación.
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En general, decir “no” puede ser difícil al principio, pero al seguir estas mejores prácticas, puedes hacer que sea más fácil y asegurarte de que tu tiempo y esfuerzos se dediquen a las prioridades correctas. Finalmente, hay diferentes formas para dar contexto pero asegúrate que dices no, que usas la palabra no en tu oración, aconsejó la reconocida psicóloga Nedra Tawwab para la CNN. Mientras más pronto lo dices menos ansiedad tendrás en el futuro.