El trabajo ha formado un papel importante en la construcción de las sociedades y en la historia de la humanidad. Los seres humanos nos hemos ido acoplando, pero también hemos evolucionado los oficios y quehaceres de acuerdo a las nuevas exigencias del ámbito laboral. ¿Cuál es el papel del autocuidado de la salud mental?, sigue leyendo.
Un ejemplo claro de esta evolución es la reducción del trabajo manual y la fuerza laboral física, desplazada por la revolución industrial hasta llegar al reciente proceso de tecnologización y digitalización global. No obstante, no solo los oficios han sido impactados por esta transformación, las leyes laborales también han evolucionado con el paso del tiempo.
Anteriormente, estas normativas eran escasas o inexistentes, los empleados carecían de beneficios, planes de seguridad y salud, únicamente apoyándose en la retribución económica, sin embargo, la necesidad de las empresas de mejorar el rendimiento y la productividad, además de la creación de los sindicatos, introdujeron incentivos, que con el paso del tiempo se han fortalecido, convirtiéndose en normas y decretos que todo empleador debe cumplir.
Hoy en día estos beneficios están más humanizados y se toman mucho más en cuenta, ya que diferentes sucesos en la historia de la humanidad, como la pandemia por COVID-19 y el distanciamiento social, abrieron paso para descubrir ciertas falencias en el cuidado de la salud mental de los empleados, lo que trajo como consecuencia que tanto empleadores como colaboradores trasladaran su foco de atención a este importante tema.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como un estado de bienestar en el cual cada sujeto e individuo desarrolla todo su potencial, tiene la capacidad de afrontar las circunstancias de la vida, puede trabajar de manera productiva y aporta positivamente a su comunidad. La salud mental no solo debe ser comprendida como la ausencia de afecciones o enfermedades físicas, pues un óptimo estado de salud debe estar acompañado tanto del bienestar físico como mental.
Los empleados también deben cuidar su salud mental
Nuestra visión hacia las enfermedades y trastornos mentales ha venido cambiando con el paso del tiempo. La información sobre el autocuidado de la salud mental, programas de prevención y promoción han sido incluidos en muchas de las agendas gubernamentales, planes sociales y educativos de todas las edades. El Ministerio de Salud y Protección Social en Colombia asignó $8.570.363.700 mediante la resolución No.1831 para implementar acciones de promoción de la salud mental, así como la prevención y atención de problemas, trastornos psicológicos y consumo de sustancias psicoactivas.
Además, existen diversos programas educativos y líneas de orientación como Porque quiero estar bien, Profamilia y la Línea SalvaVidas que han sido constituidas para atender de forma confidencial, profesional y oportuna, situaciones de la vida cotidiana, donde se requiera primeros auxilios psicológicos.
A pesar de que cada vez más se crean instituciones que se encargan de promover la salud mental y prevenir las afecciones psicológicas, se ha detectado que muchas personas no conocen estos servicios o no los utilizan de manera oportuna.
En el caso de las empresas, los programas de bienestar laboral y el área de salud y seguridad en el trabajo son organismos que se han constituido, entre otras cosas, para velar por la salud física y mental de los empleados. Sin embargo, nadie más que nosotros conoce mejor nuestro organismo, nuestros intereses, miedos, preocupaciones y objetivos; estar atentos a las señales de nuestro cuerpo y mente cuando algo no está bien, para luego pedir ayuda y acudir a los servicios de apoyo, es responsabilidad de nosotros mismos.
En ocasiones, también ocurre que el empleado tiene la visión de que, al participar y asistir a estos programas de promoción de la salud mental y prevención de afecciones o enfermedades, está dejando de ser productivo y minimiza la importancia del autocuidado en la salud mental. Cuando en realidad es todo lo contrario, ya que se estima que la depresión, el estrés y la ansiedad tienen un alto impacto en la baja productividad, el desempeño y la rotación del personal.
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5 cosas que el empleado debe hacer para cuidar su salud mental
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Construir vínculos sanos con los compañeros de trabajo
Establecer y mantener relaciones sociales saludables ayudan a prevenir la aparición de enfermedades mentales, puesto que, sentirse parte de un grupo y tener la sensación de cercanía con los demás, es fundamental para sentirse valorado y satisfecho con su trabajo. Los resultados de las tareas que se desempeñan serán mayormente positivas cuando el colaborador o empleado se rodea por un equipo de trabajo que lo respalda.
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Practicar actividades físicas
Mantenerse activo y realizar alguna actividad física que le genere satisfacción es fundamental en el autocuidado. Realizar pausas activas, caminar, estirarse durante algunos minutos en la jornada laboral es de gran ayuda para reducir síntomas de estrés y ansiedad.
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Estar atentos a las señales del cuerpo
Sentirse insatisfecho de manera inesperada con las actividades y proyectos laborales, si no genera satisfacción las tareas que anteriormente motivaban, o si las personas ven al colaborador con poca energía y decaído, es importante estar muy atento, pues lo anterior son señales de que algo no marcha bien con la salud mental.
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No limitar los proyectos a lo laboral
Por ningún motivo es recomendable limitar la vida solo a lo laboral. Aunque se disfrute mucho del trabajo, es fundamental hacer otras actividades que estimulen, enseñen y llenen de vida la mente y el cuerpo. Viajar, reunirse con familiares y amigos, cocinar, leer, siempre serán excelentes opciones.
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Aprender a pedir ayuda
Los problemas forman parte de los seres humanos, el agotamiento y la sobrecarga laboral conllevan a que las cosas no salgan como se planean. Al sentirse demasiado agotado es fundamental que el colaborador pueda recurrir a su equipo de trabajo para ayudar a resolver las dificultades.
Saber reconocer las señales internas
Si bien es cierto que cada empleado tiene actitudes diferentes y actúa ante los conflictos de acuerdo a su grado de salud, competencias, expectativas, motivaciones y valores, se debe estar atentos a los diferentes signos que alerten algún problema en la salud mental:
- Cambios en la personalidad: expresiones de tristeza, ansiedad, ira, hostilidad, desesperanza constante, desmotivación, absentismo laboral, dificultad en la toma de decisiones.
- Cambios en la conducta: deterioro en la calidad del trabajo, ausencia o retrasos repetitivos en la entrega de actividades importantes, cambio negativo en el rendimiento, búsqueda de ventajas especiales, evitación del contacto con los compañeros.
- Cambios físicos: deterioro del aspecto físico y del autocuidado, cambio significativo de peso, alteraciones de sueño, cansancio excesivo, consumo de sustancias psicoactivas y alcohol.
- Otros cambios: manifestaciones de preocupación por parte de los compañeros y supervisores, quejas de los usuarios, ausencias no justificadas, conflictos extra-laboral paralela al trabajo.
Estrategias para fomentar el autocuidado desde el área de Talento Humano
Definir límites entre el horario personal y laboral
El equilibrio entre la vida personal y el trabajo se ha deteriorado de una manera significativa, debido a las extensas jornadas laborales y cargas excesivas de tareas. Además, con la llegada de la pandemia por COVID-19 el teletrabajo es cada vez más frecuente y los empleados les cuesta cada vez más definir y organizar los tiempos. Por ello, es importante crear espacios y horarios donde el equipo de trabajo esté al tanto sobre en qué momento se debe iniciar, desarrollar y terminar la jornada laboral.
Brindar alternativas de desconexión de los aparatos electrónicos
La tecnología ha sido un gran avance para la sociedad, pero con el paso del tiempo, hemos identificado que el uso excesivo de ella altera nuestras conductas e impacta en nuestra salud mental. En algunos países, la desconexión laboral es una realidad y está respaldada por leyes. Acordar con el equipo de trabajo espacios y franjas horarios para desconectarse de los dispositivos electrónicos, sin que se descuide el tiempo de respuesta a los clientes o solicitudes, es una excelente alternativa de autocuidado.
Actividades de relajación y pausas activas
Crear espacios donde los colaboradores puedan realizar pausas activas, ejercicios de estiramiento, visuales y mentales, en sesiones de mindfulness, pilates, grupos grandes o pequeños, con una duración mínima de 15 minutos. Acompañar estas actividades incentivando la alimentación saludable y las salidas a los espacios libres ayudarán a disminuir tensiones, estrés y mejorará el desempeño laboral.
Cuidado en los espacios de trabajo
Incentivar a los colaboradores a mantener espacios de trabajo ordenados, limpios y cómodos, que faciliten la realización de las tareas y que también, transmitan una sensación de calidez, relajación y placidez emocional.
Capacitar a los empleados en autocuidado y autoconocimiento
Brindarles las herramientas e informar a los empleados sobre las acciones para el autocuidado es fundamental en las empresas. Organizar jornadas pedagógicas de salud y bienestar que faciliten estrategias en temas como higiene del sueño, alimentación y estilos de vida saludables, higiene postural y desarrollar hobbies, además de crear espacios donde los empleados tengan la oportunidad de expresarse de una manera asertiva, por medio de un buzón de sugerencias, encuestas de satisfacción o estrés laboral.
Capacitar periódicamente sobre resiliencia, resolución de conflictos, comunicación asertiva, manejo del tiempo, prevención, detección temprana y apoyo en temas de salud mental a los directivos y empleados, porque el autocuidado es una responsabilidad individual, pero la salud mental es tarea de todos.
